Mientras decenas de miles de jóvenes en Asturies emigraban por falta de oportunidades laborales, el dinero de los cursos de formación presuntamente se dilapidó para financiar la estructura del sindicato
Parece claro que la mercantil INFASTUR, creada por UGT-Asturias, no era más que una empresa fantasma que obtenía importantes beneficios por no hacer más que poner un nombre
A la vista de las últimas diligencias de investigación practicadas en el juicio por los cursos de formación de UGT y, tras la comparecencia de la representación de UGT por medio de su secretario de organización, el Observatoriu Ciudadanu Anticorrupción d’Asturies (OCAN), como acusación popular en el caso, considera que el sindicato no ha dado las explicaciones que deben esperarse de una institución que representa a miles de trabajadores y trabajadoras. Con su negativa a responder a las preguntas de las acusaciones, la conclusión que podemos extraer es que se corrobora la falta de colaboración de la que venía presumiendo y su actitud defensiva ante la investigación de las presuntas irregularidades, lo que justifica que el proceso judicial siga adelante. Parece contradictorio que por un lado la dirección de UGT diga que va a colaborar al máximo y que luego no se responda ni a las preguntas del fiscal ni de la jueza, o que no se aclare nada sobre los cursos, los locales o la presunta utilización de las nóminas de trabajadores para justificar gastos en subvenciones. Las miles de personas afiliadas a UGT y aquellas que han trabajado a lo largo de su historia en este sindicato se merecen la máxima colaboración con la justicia.
Mientras decenas de miles de jóvenes en Asturies emigraban por falta de oportunidades laborales, el dinero de los cursos de formación presuntamente se dilapidó para financiar la estructura del sindicato durante los años más duros de la crisis. Los jóvenes que fueron forzados a exiliarse mientras se gastaban cientos de millones de euros en políticas de empleo en Asturies merecen una explicación.
Tras las escasas explicaciones de la representación de UGT, seguimos sin conocer por qué presuntamente UGT contrató a trabajadores del sindicato con cargo a fondos de cursos de formación y por qué contrató una serie de servicios como alquiler de locales o equipamiento de las aulas de formación a un precio superior al de mercado, facturados por medio de una red de sociedades sin actividad. Lo que sí que parece que ha quedado claro en esta sesión del juicio es que la mercantil INFASTUR, creada por UGT-Asturias, no era más que una empresa fantasma, utilizada en los años investigados para engordar las facturas a la hora de justificar las subvenciones, empresa que sin trabajadores ni infraestructuras obtenía importantes beneficios por no hacer más que poner un nombre.
El OCAN lamenta que la dirección actual UGT, tras 4 años de investigación policial y judicial, siga negando hechos que poco a poco van quedando más claros y que implican a una buena parte de sus antiguos dirigentes. UGT Asturias se convirtió el pasado 12 de Abril en la primera organización sindical que ha tenido que declarar como imputada, por un supuesto fraude millonario en la gestión de los cursos de formación, y tras entregar dañados o borrados a la policía los discos duros y los emails entre sus dirigentes, como ya hizo el PP en el caso Bárcenas. Que la declaración de UGT tuviera lugar la misma semana que en Andalucía se estaba juzgando el fraude de los EREs requiere un mayor esfuerzo de la dirección actual de UGT por explicar de forma transparente cuáles fueron las acciones llevadas a cabo por Justo Rodríguez Braga, algo que lamentablemente no sucedió durante las declaraciones en los juzgados y que solo aumenta la incertidumbre entre los trabajadores representados por este sindicato.