Le acusa de un presunto delito de tráfico de influencias por sus negociaciones para devolver a Aquagest un aval de 400.000 euros
La instrucción abierta en los juzgados de Lugo por el llamado ‘caso Pokemon’ sigue sumando asturianos en su lista de investigados. El último, el interventor del Ayuntamiento de Oviedo, José Luis González Díaz, a quien la gijonesa Pilar de Lara acaba de citar en calidad de investigado por un presunto delito de tráfico de influencias para el próximo 30 de junio. Lo hace después de que, el pasado mes de febrero, el alto funcionario asegurase en su declaración como testigo que había sido él quien, por iniciativa propia, promovió las negociaciones llevadas a cabo en el Ayuntamiento que concluyeron con la devolución en 2009 del aval de 400.000 euros al grupo Agbar, al que pertenece Aquagest, pese a que existían informes previos que lo desaconsejaban.
El interventor exculpaba así al exalcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, a quien la jueza también investiga en la trama del agua al considerar que existe una relación directa entre el citado aval y el presunto pago por parte de la empresa de gestión de aguas de cuantiosos regalos en forma de viajes y comidas de los que disfrutó el exregidor. González aseguró que la decisión de iniciar conversaciones con Agbar fue exclusivamente suya, y dijo también que sólo informó al entonces concejal de Economía cuando ya había conseguido un preacuerdo con la empresa.
La jueza ya había mostrado su asombro durante aquella declaración por el hecho de que un funcionario pudiera tomar este tipo de decisiones sin consultar con el equipo de gobierno. Ahora, tres meses después, le cita como investigado, atendiendo la petición del Observatorio Ciudadano Anticorrupción de Asturias (Ocan). También reclama al Ayuntamiento de Oviedo las copias compulsadas del acta de la sesión de la Junta de Gobierno en la que fue aprobado el acuerdo con la citada empresa, así como la identidad de todos los miembros de la Junta que aprobaron el asunto y de la persona que decidió tratarlo «con carácter de urgencia» pese a que no estaba previsto en el orden del día.
Fuente: El Comercio